viernes, 23 de julio de 2010
¿Y ahora qué le digo a mi mamá?
Y ahora, al final de esta crónica, con todo respeto y cierta duda por las reglas del oficio, el periodista que escribió deja la tercera persona y pasa a la primera para preguntarse lo siguiente: ¿cómo hago? Eso: después de la muestra, ¿cómo hago para volver a la Argentina? Soy judío y no figuro entre los 200 judíos argentinos elegidos. Mi mamá no parece muy ydishe mame, pero ustedes saben que toda madre judía en el fondo lo es. Me puede preguntar: “Y vos, nene, ¿qué hiciste mal para no estar entre los 200?”. O también me puede decir: “Querido, qué mal esos que organizaron la muestra. No te pusieron”. Ojalá que diga lo último. Porque si me pregunta qué hice mal, adiós varenikesl
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